Comúnmente conocido como "Bhéar" o pequeño mar, el lago de Boudaraoua, que se encuentra a 7 km de la ciudad, es uno de esos pequeños recovecos de paraíso en la tierra, donde la fauna y la flora se encuentran en perfecta simbiosis, lejos de la contaminación y el ruido de la ciudad. Un lugar para relajarse y disfrutar del aire fresco. Con un poco de suerte, podrás ver ardillas o liebres en los límites del bosque adyacente.
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